El Estado funda los siguientes establecimientos, en el siguiente orden cronológico: 1891, Liceo N° 1 de Niñas de Valparaíso (principió a funcionar en 1892); 1894-, Liceo N° 1 de Santiago (principió a funcionar en 1895); 1896, Liceo N° 2 de Santiago.
En el año 1893, se abre un certamen para premiar los mejores tratados de pedagogía, textos de estudios y guías metodológicas, con premios de $500 a $2000 y plazo hasta el 1° de enero de 1895. Se laurearon 11 obras, de las cuelas, 9 alcanzaron la publicación: “Manual de práctica escolar”, por Eduardo Rossig; “Psicología intuitiva”, de E. Marting, traducción de R. Álvarez; “Curso de Pedagogía”, de G. Compayré, traducción de P. P. Morales Vera; “Teoría y práctica de la enseñanza del castellano”, por Isabel Bering y José Tadeo Sepúlveda; “Enseñanza de la lengua materna” y “Metodología de la historia”, ambas por José M. Muñoz H.; “La enseñanza del cato por el método global”, por Juan Heirich; “La enseñanza del canto en las escuelas primarias”, por José M. Muñoz H. y Luisa M. de Muñoz, y “ metodología especial de la gimnasia”, Francisco J. Jenschke.
En 1893 se agregan al plan de estudios educación cívica y trabajos manuales.
El Liceo de Niñas N° 1 de Santiago comenzó a funcionar en abril de 1895, bajo la vigilancia de una junta nombrada por el gobierno y cuyo primer presidente fue don Vicente Reyes. Tanto este Liceo, como el N° 2, de Santiago, fundado el 11 de febrero de 1896, se destinaban a instruir a las jóvenes de la clase pudiente. La junta de vigilancia que asesoraba a la dirección tenía, entre otras facultades, la de ser celosa conservera de sus aulas, admitiendo a ellas sólo a las hijas de abolengo.
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